23.3.07

julia

Sexy Sadie how did you know, the blog was waiting just for you
Finalmente sucedió. Debo decir que me lo esperaba, que tarde o temprano iba a ocurrir. Ayer al mediodia Julia entró a este blog, sin que nadie la invitara, sin que se la pusiera sobre aviso.

Casi se muere de un infarto.

Casi me muero de alegría al saber como la hice sufrir. Ser autor de palabras capaces de hacer doler es una gloria.

Algunas aspectos en los que no voy a profundizar mayormente:
  1. como le cagué la jornada, rompiendole el corazón un rato, llenandole los pulmones de humo y la garganta de bilis, minándole la rutina que había diseñado por la mañana
  2. las cosas que leyó y pensó que eran verdad
  3. las cosas que leyó y eran verdad.
  4. como es que Julia me esperó en una mesa de la calle de un bar en la esquina de Cabildo y (x), adivinando por cual de los tres caminos posibles regresaría a casa luego de bajar del subte (y que quede claro que el azar queda descartado, julia odia a Auster.
  5. lo estúpidamente bovina que es la cara de algunos parroquianos cuando una pareja discute a gritos en un bar
  6. si sale o no sale la cerveza de una de mis chombas con cocodrilo en el pecho
  7. la parte seudocivilizada de la conversación
  8. como finalmente conseguimos entendernos con la ayuda de unos piscos y unos platos peruanos
  9. el epílogo de madrugada (basta de hablar de sexo acá, este blog apesta a sabanas cansadas)

El asunto es que no voy a explicar eso ni nada. Estoy lacónico, prefiero dejar que ella hable por mi. Así que pego abajo el mail que me mandó hoy por la mañana. El texto que está en bastardilla corresponde a la parte que me pidió que no publicara:


Tantas, tantas cosas en mi cabeza ahora.
Un texto, dos, tres.
Yo siendo vos contándome como lograste engañarme diciéndome que el contenido de tu blog era ficción.
Yo relatando cómo el corazón me explotó, literalmente, cómo logre bajarle el ritmo con 20 cigarrillos en menos de 3 hs.
Yo escribiéndote cómo, la mañana después del incidente, leí tu blog y me calenté un poco en la parte que atañe a tu ex, y cómo te entendí en eso de escribir pensando en otro y no me enojé, sino todo lo contrario:

Bien podría pensar que qué mierda que sea tu ex y no yo quien explote en tan bella prosa, tan devorable (claro que en crudísimos términos, el hecho de leer sobre tu relación anterior me encanta, no se porqué, pero mi morbo me lleva a querer saber cada detalle ínfimo. Incluso en alguna oportunidad pensé en ir a buscarla a la facultad. Me muero por ver su cara, su piel color aceituna y sus tetas increíbles, y compararme e imaginarte cogiendo así a lo loco como siempre me los imaginé, mas allá que tu texto me lo haya confirmado. Me gustaría conocerla y seducirla y hasta cogérmela sin que sepa quien soy.) pero no es así, primero porque ya ha explotado en reiterados mails y segundo… ya voy a explayarme sobre eso.
Por otro lado están mi angustia y mi irrefrenables ganas de fumar. Siento un dolor en el pecho todavía cuando releeo tus cosas. Todavía tengo dudas y se me ocurren estupideces, pero la verdad es que decido creerte, porque confió en vos y parte de lo que me pasó ayer fue no poder creer que seas capaz de hacerme una cosa así.
Todavía siento la necesidad de irme a casa, de no trabajar, de pasarme el día escuchando música triste y pensando en vos. En ese vos que se cogió a otra y que no tuvo ningún remilgo en contarlo con lujo de detalles. Tu personalidad se desdobló y ahora sos dos, para siempre. Lo siento mucho pero cuando no estas conmigo no puedo no pensarte como en ese que esta en letras. Y ahí es cuando me angustio y quiero salir a fumar y a desatar mi traquea. Y a llorar, quiero desatarme y llorar. Mucho, pero no puedo, de alguna manera el nudo en mi garganta deja pasar el humo pero no el llanto. Hay algo que no me deja tranquila y tengo miedo que sea para siempre. Hay un antes y un después, no soy la misma luego de todo lo que me pasó ayer. No lo soy, cada cosa que haga va a estar impregnada de ese pastoso gusto a mierda durante un tiempo. De hecho se me ocurrió, en algún momento de confusión, que el sexo desenfrenado que tuvimos ayer despues de que peleamos, y hablamos de todo esto y nos arreglamos... bueno, que ese coito (como te gusta decir a vos) furioso y amoroso de ayer venía a ser una manera tuya de atajarte por el texto de tu ex que yo iba a mirar hoy con lujo de detalles ( que no es así, tómalo como la falacia de Hume a la inversa).
Mi cuerpo salió del shock de ayer, se despertó y empezó a sentirse así y no puedo hacer nada para detenerlo, solo puedo vivir en el, a pesar de. Es una mierda, pero es así. Puedo pasar un tiempo digiriéndolo, o tratar de olvidarme, como ayer. Quizás esa ultima sea la mejor opción, las mas conveniente a los fines de que nuestra relación no se vaya al carajo, pero en definitiva, cada vez que esté sola, o ebria, o escribiendo, o mirando tu blog, voy a volver a sentirlo. Así que mas vale pasar el mal trago y ser mucho mas Nico, these days.

Con respecto al blog. (pausa y suspiro) Me alegra saber que por fin te decidiste a escribir, me encanta que desnudes tu realidad en esos relatos y no te pongas a forzar la ficción pura para que te salgan las mierdas que me salen cuando trato de hacer algo distinto para el taller.
Dos, me siento una imbécil, por exactamente lo que te acabo de decir, siento vergüenza de las mierdas que te di para leer, de esa prosa mezcla de sitcom yankee y cuento de Woody Allen. Porque no puedo escribir a otro, porque no puedo no descargarme, porque para mi escribir siempre fue eso y cuando mi vida se torna estupidamente feliz no se que decir, y mis momentos mas iluminados implicaron siempre esta piedra en el estomago. Supongo que ahora siento que podes entenderme un poco mas. Que todo esto que pasó también puede estar buenísimo, y me entusiasma, todo lo que puedo escribir al respecto, todo lo que me está haciendo sentir, todo lo que es anécdota y las ideas que se disparan, las charlas que están por venir, junto con el invierno.
Y de ahí viene algo que se hace necesario decirte: tus textos, su contenido, en ningún modo me ofenden me enojan, tus mujeres, son lo mismo que mi R. Hay algo ahí, una historia, hermosa, intrigante, que hace que nos den ganas de contarla una y otra vez, y variarla y desarmarla a nuestro gusto. Y si vos no volverías con tu ex y yo no le daría bola a R. por nada del mundo, eso no quita que no estén ahí, para algo. En mi caso, en una obsesión, algo que no cerró, que me dejó con las ganas, que vuelve cuando duermo y cuando viajo. Bueno y ahora en el barrio… Preguntarme porqué carajo sigo pensando en esas cosas si vos increíble y estas ahí conmigo y a R... en fin.
Todo esto para explicarte que quiero saber de vos a otro nivel, que quiero seguir leyendo y hablando con vos y disfrutando tu literatura. Y que sí, que me dolió tanto lo de ayer, me intoxicó y asustó, que voy a estar rara. Esa sensación es difícil olvidarla y bien vale una cura de reposo.


9 comentarios:

Ruth dijo...

Pero todo esto, lo de acá arriba, ¿es verdad o es mentira? Si es mentira, ¿el resto del blog es verdad? Si es verdad, ¿el resto del blog es mentira?
Por eso no les doy el link a mis conocidos, para que no empiecen a preguntar qué cosas son ciertas y cuáles son inventos. Y tenga más cuidado, Fafa, que es la segunda vez que le descubren el ranchito!

Anónimo dijo...

a tu mujer le gusta Nico, la más genia!
no importa qué es ficción y qué es realidad, todo es literatura.

Nove dijo...

qué lindo que escribe julia...

Anónimo dijo...

Muy bueno todo, fafa. Salvo esa horrible historia del moco itinerante. Julia te debería dejar sólo por eso.

Esta frase de Julia me hizo llorar:
"de alguna manera el nudo en mi garganta deja pasar el humo pero no el llanto".

ReinaCoral dijo...

Pobre Julia. Que triste que esta. Sos malo Fafa, sos malo, malo.

Anónimo dijo...

Malo?
pero si le pedi disculpas!

Jorge Mux dijo...

Acabo de descubrir su blog.
Me parece maravilloso. Hay pocas personas que escriben así en la red.

Lo saludo con una reverencia, lo agrego a Favoritos y pongo links de su blog en los míos.

lexi dijo...

regrosso!!!!!!
me encanta!!!!!

Serena dijo...

Será que soy nueva en este barrio, pero más allá de todo el forzado- relato-prolijo-quecierre-notanto, lo que me encantó fue como intelectualizan una situación en extremo emocinal. Cómo se le ocurre a Julia (qué precioso nombre) mencionar a Hume en medio de una tormenta psico-emotiva. Cómo se te ocurre a vos mencionar a Auster en medio de un descargo que disimula un poco mejor lo emocional. Me llamó la atención eso.
Lo que sí, ahora me resta averiguar quién es Julia y porqué está tan enojo-angustiada. Me voy a seguir leyendo.